miércoles, 28 de marzo de 2012

Están nominados



Hace un par de días cumplí años, más precisamente 20. La crisis y los cambios que esto representa en mi vida (y en mi autoestima) son temas que pueden llegar a ser interesantes para otra nota. Pero para esta no. 

No fueron muchos los regalos que recibí, pero entre algunos de ellos había un libro, bastante particular por cierto; para una persona que le gusta leer no hay mejor regalo que ese.

“Nominados, la historia intima del reality show más famoso de la Argentina”, ese es el título del mismo, con decirles eso creo que basta para imaginarse “como viene la mano” y cuál es su contenido.

Por si quedó alguna duda el autor, Marcos Gorbán (periodista y ex productor del reality) realiza una minuciosa descripción (o al menos eso intenta) del nacimiento de Gran Hermano desde su más profunda génesis. Así es señores, ni más ni menos que de eso se trata, una cosa de no creer.

A decir verdad no soy (ni fui) muy amante de este tipo de programas, pero no puedo negar que los he visto y hasta he llegado a saber el nombre de cada uno de los integrantes de “La casa más famosa del país”. No estar enterado, no mirar y hacerte el desentendido resulta imposible y todavía más en la sociedad mediatizada en la que vivimos. 

Sin lugar a dudas, Gran Hermano es el reality show más importante del mundo. El de mayores audiencias, el de mayor facturación, el que más fantasías despierta. Es por eso que algo de entusiasmo me despertaba el iniciar prontamente su lectura.

Quería saber lo que todos muchos de nosotros pensamos: ¿Los drogan?, ¿Les dan alcohol para que tengan sexo?, ¿Está todo arreglado?, ¿Por qué están tomando sol todo el día sin hacer nada?, ¿Están guionados? Pero todo se diluyó con el pasar de las páginas. No hay con que darle, el libro que me regalaron es un completo fracaso. (A nivel literario, porque con lo que respecta a las ventas es uno de los más comprados).

Creo que está por demás claro que lo voy a calificar con una luz más que roja, porque lo que plantea es absolutamente banal y con una alta carencia de contenido.
El periodista intenta desarrollar algo que, en verdad, nunca termina de hacer por completo. Quizás por falta de experiencia en la escritura o de información. Al menos la intención la tuvo.

“1984”, la novela política escrita por el magnífico George Orwell, fue la base de inspiración para la creación del reality show, sólo que con mas reglas y menos “frivolidades”. Lo que no puedo definir es si esto es un dato positivo o negativo.

Lo más llamativo es que en el libro “Nominados” en ningún momento se hace de forma explícita el origen verdadero del programa. Lo cual rompe con el esquema planteado por el autor, quien  dice contar la verdadera historia de “la casa más famosa del país”.

Lo único que logro sacar en limpio de todo esto es el poder recomendarles la lectura de “1984”, para que vivan la experiencia de un relato muy ameno y desgarrador. Crudo y a la vez descriptivo en grandes cantidades. Y porque no luego comprueben ustedes mismos que “Nominados, la historia intima del reality show más famoso de la Argentina”, es tan solo un relato frívolo más.

Eso sí, no se les ocurra comprar el libro de Marcos Gorbán, me twittéan y yo se los presto (no se los regalo porque es un afecto muy mío).

Bueno gente, hasta acá llego mi “amor”. Ahora les toca a ustedes sacar sus propias conclusiones y analizar desde sus propios criterios a ambos libros. Nos encontramos la próxima. Hasta luego, Hasta pronto, Hasta chau.





sábado, 24 de marzo de 2012

Fin de camino




Luz amarilla. Vamos frenando...

El próximo 21 de mayo, luego de 8 temporadas de un éxito incalculable, la serie norteamericana Dr House llega a su fin. Muchos no sentirán la falta de la historia del cínico personaje, pero hay quienes ya están sufriendo anticipadamente y se disponen a disfrutar del gran final que nos tienen preparado.

La serie fue creada por David Shore y en el 2004 salió al aire por primera vez a través de  la cadena Fox.  Desde entonces los personajes han ido y venido, pero Gregory House (interpretado por Hugh Laurie) se mantiene hasta hoy como la cabeza del proyecto que convirtió  a sus actores en los mejores pagos de la historia de la televisión de Estados Unidos. Un título no menos atractivo para el currículum.

Aunque fueron varias las veces en que hubo rumores de dar por terminada la serie, esta vez parece que la cosa va en serio.  Así lo dan a entender los responsables, que comunicaron la fecha en los medios justificando la decisión de una manera sabia, no quieren que se pierda la esencia del personaje. ¿Vale la pena otra temporada con un House que se vuelva “bueno”? Es mejor que las cosas se terminen a tiempo y dejen un buen gustito.

Por ahora habrá que esperar al 2 abril, momento en el cual comienza la cuenta regresiva. Restan 8 capítulos antes del ansiado final, y se conoce públicamente que el penúltimo episodio referirá a los momentos más importantes de toda la serie a modo de recordatorio.

Como consuelo, Hugh Laurie prepara su llegada a Argentina para junio de este año. El mítico actor viene en calidad de cantante a presentar su primer disco, Let them talk, en el Luna Park. Las entradas están a la venta desde el 5 de marzo, y por supuesto se espera que haga furor entre los fans de la serie y de su música blues.

Guiño a los fanáticos y a no desesperarse, que siempre van a tener las repeticiones y el poder de la imaginación para pensar un final alternativo.


jueves, 22 de marzo de 2012

Latinoamérica hecha canción



Fotos gentileza de Camila Miloslavsky

Como dijimos antes nos consideramos transeúntes. Pero si de andanzas hablamos no podemos dejar de mencionar a Perota Chingo. Para aquel que no conoce, esta banda se formó a través de un viaje por Uruguay, cuando Julia Ortiz y Dolores Aguirre, que estaban vacacionando y tocando a la gorra por la costa oriental, fueron filmadas por un amigo "como un regalo". Lo cierto es que no solo quedo registrada la belleza del paisaje de Cabo Polonio, sino que también la hermosura de las voces de las chicas, que en poco tiempo conquistaron la web. "El vehículo fue youtube y después facebook. Lo que antes era de boca en boca hoy es de muro a muro" dicen las Perota antes de dar su segunda función en la Vieja Estación Provincial de La Plata, dónde, en cuestión de horas, agotaron las entradas de ambas funciones. 

Después de estar separadas meses, en noviembre, un mes después de la creación de su cuenta en facebook que hoy tiene casi 25mil seguidores, decidieron volver a juntarse, sumando a Diego Cotelo en guitarra y a Martin Dacosta en percusión para hacer una gira. Rosario, Cordoba, Mendoza, Chile (desde Santiago hasta Chiloe), la Patagonia Argentina, Bahia Blanca son solo algunos de los lugares a donde sus voces llegaron. Pero el recorrido sigue. En septiembre van para Brasil y ahí arrancan su gira sudamericana.

 "Para mi esto es como una película" dice Julia tratando de explicar con palabras el fenómeno de Perota Chingo, quienes en poco tiempo se vuelven a separar para hacer viajes personales "como para pausar un poco esta película y después arrancar con más pilas" 
La base de Perota Chingo son los viajes y eso se nota cuando suben al escenario, aunque ya entran tocando y cantando entre el público. La música te traslada. Ellos mismos lo dicen; "es un viajecito" por el continente y nos invitan a sumarnos al recorrido con exquisitas versiones de cantautores de cada país y canciones propias. Juegan con sus voces, con la música, con los silencios. Nos llevan descalzos por toda América  y quedaba bien en claro que ya no existen fronteras. Ahí vemos que Perota es eso. Es el candombe urugayo, el reggae puertoriqueño, la zamba brasilera, el folclore venezolano, la sangre argentina, la cumbia colombiana; es latinoamérica hecha canción.











lunes, 19 de marzo de 2012

La esquina de 9 y 61



“Al este y al oeste llueve y lloverá 
una flor y otra flor celeste del jacarandá


Voy a intentar no hacer de esta nota un simple relato periodístico, es por eso que voy a dejar a un lado (al menos por un rato) las reglas básicas del periodismo gráfico. La cosa es así: ¿alguna vez les paso tener ganas de generar proyectos, de hacer cosas, de laburar con amigos y no saber por dónde empezar? Bueno, a mí sí. Lo importante es mantener un objetivo en la mira, no desmotivarse y “remarla” porque nada es fácil.

Este último domingo, en el afán de encontrar que hacer para zafar del aburrimiento, agarré mi cámara y me fui con mi fiel compañera, la bici, a dar una vueltas por las calles platenses. No sabía muy bien qué buscaba, pero no me preocupaba porque las cosas interesantes esperan por nosotros (y llegan casi sin buscarlas).

Fue así que con mi súper nave azul llegué a la esquina de 9 y 61, allí un llamativo cartel del recordado “Flaco” Spinetta me hacía señas de que entrara. Fue como el amor a primera vista.

Ese día se estaba llevando a cabo una feria americana. Minutos más tarde me enteré que la hacían con el fin poder juntar dinero para sustentar el alquiler del lugar. Apegado a mi personalidad, me surgieron varios interrogantes y comencé a hablar con la muchachada que estaba en el lugar.

-Bienvenido “Al Jacaranda”, me dijo un joven con cara de caricatura.
-Gracias, le contesté de inmediato. En ese momento había algo en el aire que me hacía sentir que ya éramos amigos.

Entre charla y charla apareció el mate, eterno compañero de cualquier estudiante, y todo se tornaba aún más interesante.

-¿Qué es “El Jacaranda”, a demás de un árbol, claro?, pregunté con la particularidad curiosidad que me caracteriza.
- Mira, “El Jacaranda” es un nuevo espacio de cultura abierto y autogestionado por nosotros, estudiantes de diversas carreras que teníamos ganas de hacer algo relacionado con la cultura. Me respondió casi sin respirar.

Así como la llegada de nuevos integrantes a la familia o como el cambio de estaciones, había algo que estaba naciendo y necesitaba del apoyo de todos. Es como cuando un bebé empieza a caminar y a ser independiente. El proyecto que durante muchos años estuvo encajonado y sufriendo muchas mutaciones por fin salía a la luz.

Lo mejor de todo fue cuando una chica, que estaba expectante a nuestra charla, dijo: “Podes acercarte y utilizar este espacio para mostrar tu arte, organizar un taller, luchar por una cultura diferente a la del mercado”. Y ahí me caí rendido a sus pies. Primero porque no podía negar que era una mujer muy bella y particular; y segundo porque sentía que ese lugar estaba hecho a mi medida ( y seguro que a la de muchos de ustedes también)

Pasé un domingo como hacía mucho tiempo que no lo pasaba. Disfrute, me reí a carcajadas y compartí un rato entretenido con gente que acababa de conocer. La magia se hizo eterna y lo complejo se resolvió en algo más que simple.

Queda más que firme la invitación para que se acerquen y puedan comprobar que todo los que les cuento en primera persona es absolutamente verdad. Y ante cualquier curiosidad pueden comunicarse con ellos a través de su correo oficial que es eljacarandalaplata@gmail.com o los pueden agregar a su facebook. Eso sí, no cuelguen ni dejen pasar la oportunidad de de participa y apoyar a gente que hace de la cultura su vida. 

Festival Paka Paka para todos




Sábado soleado y el colectivo lleno de nenes que se hacían la misma pregunta: “¿Cuándo llegamos al Paka-Paka?”. El lugar en dónde se hacía el festival era en la Republica de los Niños y a las 16 horas arrancó.

Sonaron canciones en homenaje a Maria Elena Walsh y a El Flaco Spinetta, quién falleció hace un mes atrás. Por otro lado, sonaron temas exclusivos del canal infantil que los más chicos disfrutaron cantando.

No estuvo malo pero no se merece una luz verde, por eso opto por una amarilla; mi edad también influye en la decisión. El recital era para los nenes chiquitos que se divertían al ritmo de la música.

En la mitad del show subió al escenario un loco a quién apodaban “Diccionario” que tocaba canciones electro con movimiento de su boca (debe tener algún nombre pero lo desconozco).

El lugar estaba lleno de gente, de todas las edades, familias completas, rondas de mates con galletitas o algún que otro helado para sacarse el calor de encima.

Por último toco Onda Vaga, que dio un buen recital, como la última vez que los vi. Los jóvenes que estábamos en la Republica la pasamos genial, no tocaron muchas canciones pero el aire que respirábamos era festivo. Luz verde merecida para ellos, quienes le metieron toda la onda al show. 

Mirá las fotos











domingo, 18 de marzo de 2012

Habemus Cine


 

Este año La Plata sigue ofreciendo dos propuestas en materia de cultura cinéfila que no 
podemos desaprovechar; por un lado –en su décimo año- el ciclo de cine en Bukowski bar 
(59 entre 6 y 7) y por otro, el ciclo Freak Show en el Pasaje Dardo Rocha (50 entre 6 y 7).

El primero nació de la mano de Luis Gonzalez, que en 2001 llegó con su proyecto al ex bar Capitán Escarlata (9 y 59) y se trasladó en 2003 a su actual punto de encuentro para ser el ciclo de cine ininterrumpido más antiguo de la ciudad. El segundo tiene sus orígenes en 1995, cuando Jorge Gil, Roberto Mallo y Federico Mutinelli consiguieron, a través de la Facultad de Bellas Artes, que se les preste el viejo auditorio de Pasaje Dardo Rocha. Por cuestiones políticas universitarias hubo cortes, pero la estabilidad la recobraron en 2002 para no dejar de crecer y llegar hasta lo que es hoy el Festifreak.

Todos los jueves a las 22hs en Bukowski se despliega una pantalla y Luis, organizador y dueño de un videoclub desde hace ya 21 años, se pone al micrófono para explicar en breves palabras de qué trata el ciclo y presenta la película del día. Anteriormente, los espectadores se sorprenden con cortos multipremiados que hicieron historia, que son homenaje, o simplemente que no pueden dejar de verse.

“Shhh ahí empieza” dice alguien y todos se callan. Las mesas se disponen cerca, en comunión, para compartir con todos el momento de la proyección. Los títulos son variados, van desde “Medianoche en París” hasta “Querida, voy a comprar cigarrillos y vuelvo”, pasando por “Copia certificada” y “El gran pez”. La elección es bien recibida y agradecida por los curiosos, los auto declarados expertos o por todo aquel que disfruta de una buena película en un ambiente agradable. Y así la noche pasa, con curso invariable y gratificante, hasta decantar en un the end.

Les recomendamos seguir la programación del ciclo a través de la página en facebook “Luis de imagina dos” o de “Bukowski Bar Laplata”, para no perderse ninguna de las películas pensadas para este año.

Por su parte, los títulos y fechas del Freak Show se encuentran disponibles en la página web del ciclo (www.cinefreakshow.com.ar), pudiendo suscribirse para recibir en el correo todas las actualizaciones.

Este mes, el cine Select ofrece “Batman año uno” los lunes, “Pearl Jam Twenty” los martes, “The yellow sea” los miércoles, “Le voleur” los sábados y “El árbol de la vida” los domingos. Todas las funciones serán a las 22hs y las entradas tienen un valor de cinco pesos.

Desde Transeúntes esperamos que prueben uno, otro, tal vez los dos, que se dejen atrapar por dos ciclos maravillosos que rescatan películas del olvido y se anticipan a lo que viene. Habemus cine.

miércoles, 14 de marzo de 2012

Aullidos




A mi hermano Rali

Sh. De nada sirve que te tapes los oídos. No. No hagas fuerza con las manos, no cambia nada, ¿oís? Sí: lloran.

No, tampoco. No busques refugio en una almohada. Están llorando. Y cuando lloran es por eso. Lo sabés. Lo buscaste. Lo leíste y te acordás bien. Te burlaste, te reíste y ahora estás ahí hecho un bollo mugriento, entre sábanas transpiradas de ¿qué? ¿miedo? Terror, eso tenés. Vergüenza te debería dar. Asco, tu incredulidad.

Desenchufá el despertador si se te antoja. Acabás de apagar la única luz que había en la habitación. El click del segundero iluminaba apenas la pared. Sh. No tiembles. A ver, mirá un poco a tu alrededor. Eso. Sacá la cabeza de entre las frazadas. ¿Qué ves? Lo suponías, pero te gustaría haber comprobado lo contrario. Una lástima. Nada. Sólo aquel aullido. Y ahora, éste. ¿Escuchás? Y otro.

Ni los pies podés mover, cagón. Podrías levantarte y acercarte a la ventana. La noche no está clara, no. Tampoco quisiste creer que sería tan pronto. Que sería sin luna. Que no habría nadie en la casa. Que con vos no habría testigos. Sh. No pretendas competirles con el chirrido cobarde de tus dientes.

Respirás entrecortado. Tus dedos ya empezaron a tensarse, los músculos de tus piernas se acalambran lentamente. No te adelantes. Ya vendrá y se juntará con vos. Escuchás que se aproxima. Te imaginás la esquina, el cartel del almacén de Don Ernesto apagado, las cortinas de hierro impenetrables. El árbol del que te colgabas cuando eras un niño, cuando eras curioso. No fue hace tanto, ¿no? Hacé memoria. Ahí lo leíste, a la sombra de ese árbol. Sabías que no eran cosas para chicos, que tu papá te lo había prohibido. Esas cosas son mejor no saberlas jamás. Te lo había advertido tu abuelo.

Leyendas. Mitos. Mentiras, pensaste. Ni siquiera se lo contaste a Juan. A él le apasionaban esas historias. Pero te pareció tan insignificante –sh, escuchá- que ni siquiera abriste la boca. Juan les tenía respeto a estas cosas. Los escuchaste con lo de él en el hospital, y después con lo de tu tía, pero seguías negando lo indudable. Un capricho estúpido. ¿Ahora entendés, no? Tan sólo si te acercaras a la ventana unos segundos…

Te imaginás las fauces, mínimamente abiertas. Los dientes filosos dejando pasar el fétido aliento que agrieta el silencio hasta llegar. A vos. Al borde de tu colchón roñoso. Sentís el aire caliente en tu oído. Escuchás la agudeza hiriente de los aullidos. Te los imaginás acompañándola. Unos, atrás, otros a su lado. A su paso. Volvés a ver la esquina, el cartel del almacén apagado, el árbol, las rejas de la casa de Doña Alicia.

Abrís los ojos. Te movés rápido. Te duele el cuerpo. Te dan arcadas. Tratás de incorporarte pero es difícil. Probás intentando sostenerte con los brazos. Buscás algo. El teléfono está muy lejos. Dejaste el celular en la cocina. Se te ocurre caminar hasta ahí, pero tenés que abrir la puerta e intuís que –te gustaría con el alma negarlo, pero estás casi seguro- están escondidos al final del pasillo. Agazapados. Te esperan.

Desistís. No es tarde. Faltan muchas horas para que amanezca. Pensás que quizás no llegues a ver amanecer. Pensás que fue lindo esa madrugada con ella en el dique. Pensás que de verdad te gustaba. Pero te olvidás, hijo de puta, lo que hiciste aquella vez.

Pensás en ella. Pensás en el auto, adentro, los asientos, las manos, sus piernas, tus dedos, el camino, las curvas, los policías ausentes. El túnel. La piedra y los grafitis. Su boca. Sonreirías pero se te resquebrajaría el rostro. El freno. La arena. La maniobra, el golpe seco. No tenés el coraje para disfrutar del recuerdo. La respiración unísona de ellos se confunde con la tuya. El latido es uno solo, que viene de debajo de las colchas, no hay otro. Pero falta poco para el silencio, la afonía. Y temblás.

No lloriquees.

Rengueaba. Ahora la memoria te horroriza. Rengueaba doblando la patita. Daba saltos cortos. Ella miraba asustada. Te gritaba. Vos gritabas. Gemía y daba saltitos, doblaba la pata. El cascote. Ella que pedía que no lo hicieras. ¿Qué querías demostrar? ¿Qué? El golpe. 

El aullido. ¿Escuchás? Sh. ¡SH! Oí. El aullido, las piedritas derrumbándose. El llanto. El aullido.

 El beso. Sus ojos, lloraba. Te reías.

Gruñen. No ladran, gruñen y tiembla el suelo. Escuchás el portón, afuera, vibrando. Se acercan.  Te reconocen. No te olvidaron. Vienen. La acompañan. El libro, podés evocar cada letra. Un sombrero. La oscuridad no te va a dejar llegar. No podés ni pararte. Percibís diáfano el sonido de sus pezuñas contra la baldosa, el pasillo, la puerta. Sh. Tranquilo. No será lento, no. Como las piedritas golpeando los cardones, cayendo. Rengueaba. Y ahora vos no sentís las piernas.

El portón hace ruido. Se golpea. No es viento. Se golpea. Es su aliento. Más cerca, caliente. Aúllan y te tapás con las manos las orejas, te lastimás. Abrís la boca, la mandíbula te duele, la abrís más aún pero seguís escuchando la estridencia de sus dientes detrás de la puerta. Gruñen. Afuera se escucha que lloran, cinco, ocho, diez. El vidrio cruje.

Arañan el piso con las uñas. Te imaginás los hocicos apenas abiertos y te duelen el oído, el alma, la boca. Escuchás el chirrido lánguido en el vidrio. Lloran, aúllan.

Jadean. Vos, ellos, jadean.

Si tan sólo te acercaras a la ventana.

Álvaro Vildoza
octubre  2011


* Nota: Se dice que los perros anuncian la muerte; ven las ánimas y aúllan. Se dice, también, que cuando se mata a un perro, los demás saben quién lo hizo y tarde o temprano se lo cobran.
** 1er Premio (compartido con Sara Manghesi D'Alessio) del Concurso "Cuentos Perturbados", organizado por la Dirección de Letras de la Municipalidad de La Rioja. Noviembre de 2011.

Cuando dos genios se unen


Navegar en internet permite sumergirnos en mundos que quizá nunca hubiéramos alcanzado a ver sin este fenómeno de la globalización. Hace sólo unos días esta transeúnte del ciberespacio descubrió un cortometraje verdaderamente genial. La luz verde le queda chica.
Cuando dos grandes se unen es muy difícil que el resultado sea malo, lo más probable es que sea excelente y esto es lo que sucede con Destino; cortometraje hecho nada más ni nada menos que por el surrealista Salvador Dalí junto a Walt Disney el animador que supo darle vida a los personajes de nuestras vidas.
En 1946 el genio de la animación le pidió a Dalí que se encargue de realizar unas imágenes para una especie de videoclip que formaría parte de un proyecto más grande compuesto de relatos breves. El pintor hizo lo propio pero el cortometraje nunca se terminó.
El proyecto no se llevo a cabo hasta el 2003, cuando Roy Disney decidió darle vida a este corto que combina el ballet, la pintura y la animación. Esta genialidad recrea la historia de Cromos, la encarnación del tiempo quién, a pesar de su deseo, es incapaz de sentir amor.
De fondo se escucha Destino, canción de Armando Domínguez, que da nombre a esta obra de arte, la cuál habla de la fuerza del amor.
Sin más palabras los dejó disfrutar de esta maravilla.



                                                ¿Vos qué color le das?

lunes, 12 de marzo de 2012

Hoy quiero leer


"A veces tienes que estar alejados de aquellos a los que quieres, pero eso no significa que no los quieras, muchas veces eso te hace quererlos aun mas"

                     

"La última canción" es una novela de Nicholas Sparks basada en la película del mismo nombre, protagonizada por la cantante Miley Cyrus.La historia esta centrada en Ronnie Miller, una chica que se ve obligada a pasar un verano con su padre divorciado, donde descubre que el amor puede estar en las grandes personas, así como también en las mas pequeñas.

Acepto que soy, en el fondo de mi corazón, una romántica nata. Como dice Will, el jóven del cúal se enamora Ronnie; no me puedo "hacer la mala cuando leo novelas de amor y quiero salvar a las tortugas". Pero esta novela fue mucho mas allá de eso...

Si hay algo que me encanta de este autor es la facilidad de hacerme llorar que tiene. Todas sus historias tienen ese "no se que" que hace que te sientas identificado al máximo con cada uno de sus personajes. Quizá sea su manera de contar las cosas desde los muy diferentes puntos de vista de los que componen su obra.

La reconciliación entre padres e hijos, el saber aprender a decir perdon, la perdida de un ser querido, el primer amor... Recuerdo haber querido abrazar a Ronnie en los momentos en que lo necesitaba, o ser ese hombro para su papá. Son esas clases de libros que después de leerlos y llorar todo, vas corriendo a decirles cuantos los querés y valoras a cada persona que forma tu vida, esas personas que no quisieras perder.


sábado, 3 de marzo de 2012

Lecturas de verano



Las vacaciones nos regalaron un tiempo infinito que se nos fue, probablemente, descansando cada uno a su manera. Pero dudo que en algún momento, en una de las tardes calurosas que padecimos los platenses, no hayamos leído lo que sea que tuviéramos a mano. Un libro olvidado de cuentos, una novela larguísima, los apuntes para marzo (con suerte).

En mi caso, Roberto Arlt se me apareció con sus Siete Locos, una novela exquisita que retrata las miserias humanas y se convierte en una profecía de lo que será la década infame del `30. La historia se centra en Erdosain, un hombre pobre y gris que comete un robo en la fábrica en la que trabaja. Para no ser descubierto, se desespera en la búsqueda de quien pueda darle un préstamo. Es así que llega al Astrólogo, el líder de una organización que busca la revolución. El resto es un placer, Erdosain comete soliloquios que merecen ser aplaudidos y se empapa de la nueva ideología que le presentan.

Por supuesto, luego de leerlo vamos a querer más. Es así que llegaremos (tal vez) a Los Lanzallamas, la continuación que Arlt pensó para los curiosos. En esta parte se concreta el plan de revolución, y cada uno de los personajes se enfrenta a sus decisiones. Erdosain es nuevamente el protagonista y sufre la locura de la soledad y su amargura natural hacia la vida. ¿Recomendables? Muchísimo, Arlt hace fácil meterse en la piel de un hombre que se sigue preguntando por qué vivir.

Otro que vino hasta mí fue Julio Cortázar con Historias de Cronopios y de Famas primero, y con Rayuela después. Surrealismo, propuesta de juegos con el lector, ambas absolutamente fascinantes en su forma de encarar la narración. En Historias de Cronopios y de Famas tenemos un surtido instrucciones, ocupaciones raras y material plástico. Imposible no llorar siguiendo las instrucciones del autor con un llanto que no ingrese en el escándalo, ni que insulte a la sonrisa con su paralela y torpe semejanza (…), imposible.

Rayuela, por su parte, es un juego exquisito. Leída de corrido o como en Elige tu propia aventura, se convierte en un entretenimiento asegurado. La trama gira en torno a Horacio y la Maga, dos exiliados, él argentino y ella uruguaya, que se encuentran viviendo una vida prestada en París. Cada uno con sus miedos, sus prejuicios, y su forma de construirse el mundo tienen una relación fuerte y ecléctica. Rayuela es para leer con tiempo, con ganas, y con un diccionario de francés al lado.

Desde luego, me llegaron muchas más historias (prestadas y sugeridas) para disfrutar. Mario Benedetti vino con La tregua y La borra del café, con sus cuentos completos y esa forma maravillosa de decir. También Roberto Bolaños con Putas asesinas y Boquitas pintadas de Manuel Puig, ambas tan atrapantes como innovadoras. Pero de ellos hablaremos en otra nota;  por ahora les dejo la sugerencia de aprovechar lo que queda de las vacaciones con los grandes escritores que latinoamérica nos ha dado, que son muchos y dignos de ser lecturas de verano.